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Meditación para conversar con tu cuerpo

El cuerpo igual que todo lo que existe tiene un lenguaje, una forma de comunicarse y de expresar sus necesidades.

En esta practica vamos a conectar con distintas partes de nuestro cuerpo, pueden ser órganos, sistemas funcionales, huesos, músculos… Los órganos y las distintas partes del cuerpo se relacionan con conflictos o incoherencias emocionales y mentales, por lo tanto cuando un órgano presenta síntomas nos esta indicando que algo se ha desequilibrado a un nivel superior. Los síntomas, signos y enfermedades no son más que luces de alarma con los que el cuerpo nos expresa que nos hemos desviado en algún punto del camino, que nos hemos desconectado de esa parte de nosotros mismos que sabe el camino y conoce el destino, es decir el alma.
Cuando la mente toma el control del cuerpo y se desconecta del alma, se producen los primeros desequilibrios que si son mantenidos en el tiempo acaban manifestándose en el cuerpo.
Las antiguas medicinas coma china o la ayurvédica ya nos hablan de estos desequilibrios y suelen asociar emociones a órganos, como por ejemplo, según la medicina tradicional china el riñón se relaciona con el miedo, el hígado con la rabia y el pulmón con la tristeza.
En esta meditación guiada aprenderemos a entablar un dialogo con nuestro cuerpo para que nos pueda dar información sobre el origen de su malestar. Se trata de una hipnosis ligera para la que escogeremos un órgano con el que vamos a conversar.

PRÁCTICA MEDITATIVA

La expondremos por pasos:

  1. Escoge primero un órgano, sistema, hueso, músculo, parte del cuerpo. Por ejemplo si en este momento o habitualmente tienes estreñimiento puedes escoger el colon o el sistema digestivo, si
    suele dolerte la cabeza escoge el cerebro o la cabeza, si tienes una úlcera de estomago escoge el
    estomago, etc.
  2. Elige un soporte imaginario donde colocar este órgano. Es importante que intentes describir en detalle este soporte ya que también te dará información. Pide permiso a tu órgano para colocarlo en
    ese soporte e iniciar una conversación con él.
  3. Coloca el órgano en el soporte y descríbelo con detalles (aspecto, peso, forma, textura, color)
    Puedes preguntarle su edad (esto puede ayudarte a saber cuando se inicio el conflicto). Observa si
    se mueve.
  4. Ahora imagínate que puede hablar preguntale como se siente, que edad tiene, si ha vivido algún trauma, preguntale que necesita, como puedes ayudarlo. Inicia una conversación y deja que se exprese sin juzgar sus respuestas, ya habrá tiempo de analizar después, solo dejate llevar y practica la escucha activa.
  5. Después de escucharlo, si lo sientes pídele perdón, acaricialo, besalo, satisfaz sus necesidades y haz un pacto con él, comprométete a escuchar a partir de este momento y a tratarlo con amor a darle lo que necesita y a respetarlo.
  6. Observa ahora a tu órgano, como es ahora? Ha cambiado su aspecto? Preguntale como se siente ahora, después de haber hablado?
  7. Cogelo amorosamente y vuelve a colocarlo en su sitio en tu cuerpo, date un autoabrazo y toma plena consciencia de este momento, siente esta conexión plena con tu cuerpo. Experimenta estas nuevas sensaciones, esta nueva conexión.
  8. Sal poco a poco de la meditación.

Aquí tienes una meditación guiada para empezar a despertar esta conexión con tu cuerpo y con todo lo que forma parte de él.

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