La coherencia cardíaca es una palabra que describe un estado de alta eficacia física y psicológica.
El corazón tiene unas 40.000 neuronas conectadas con el cerebro emocional. Esto significa que cuanto mayor sea nuestro equilibrio emocional, cuantas más emociones positivas sintamos, más equilibrado estará nuestro corazón. Cuan el corazón esta en calma y armonizado envía señales de calma al cerebro haciendo que este también funcione mejor, creando ideas y pensamientos más saludables,
Nuestro corazón, como acabamos de ver, tiene su propio “cerebro”. Un complejo circuito de neuronas que influyen en nuestras emociones y nuestra fisiología. Se sabe que el corazón estimula la liberación de hormonas como la adrenalina o la oxitocina, que tienen relación directa con emociones y sentimientos como el amor o el cuidado, y las conductas sociales.
Esto tiene más importancia de la que observamos en un principio. Ahora sabemos que un corazón en calma indica que todo está bien en nuestro interior y exterior.Cuando el corazón envía señales de calma al cerebro, esté también se calma, y a su vez, informa al resto del cuerpo, mediante neurotransmisores y neurohormonas, de que todo está tranquilo y funciona con normalidad.
Que pasa cuando sentimos estrés, cuando nos asustamos o estamos tristes o ansiosos… nuestro corazón deja de estar en calma y envía señales de alerta al cerebro, esté activa las alarmas en el cuerpo «Algo va mal», enviando una cascada de hormonas relacionadas con el estrés como la adrenalina por todo el organismo. El cuerpo reacciona y se desequilibra. Si este estado se mantiene durante demasiado tiempo el cuerpo empieza a perder la capacidad de regenerar sus tejidos, de eliminar toxinas y renovarse… así funciona.
Cuando estamos sometidos a mucho estrés, seamos consciente de ello o no, el corazón pierde su coherencia, entonces podemos sentir taquicardia, sensación de ahogo, cambios en la tensión arterial. Este estado del corazón, al llegar al cerebro activará una serie de pensamientos relacionados con ese estado concreto, ya sea miedo, ira, estrés… que van a retroalimentar este estado de desequilibrio, es como el pez que se muerde la cola. Por eso, cuanto más tiempo estás sometido a desequilibrios emocionales como ansiedad, depresión, fobias, etc… más cuesta cambiar de actitud porque por un lado, nuestras células se acostumbran a recibir diariamente una serie de hormonas relacionadas con ese estado emocional y el día que no las reciben o reciben menos sienten que les falta «algo» (es como el mono de un drogadicto o alcohólico en cierto modo), y por otro lado, nuestro cuerpo está hecho con un sistema que prioriza ahorrar energía, cuando se crea un circuito neuronal y se refuerza con pensamientos diarios este se refuerza y la información pasa muy rápido por ahí. Si intentas implantar un nuevo hábito, como pensar positivo por ejemplo, este creará un circuito neuronal débil al principio, porque la inercia del cerebro será pasar por el otro circuito neuronal, el de los pensamientos deprimentes por ejemplo, y para ahorrar energía tenderá a ir hacia allí automáticamente.
La comunicación entre corazón y cerebro es muy intensa y se sabe que se envía más información del corazón al cerebro que a la inversa. la transmisión de la información se hace a través de unas fibras nerviosas que van desde el corazón hasta la base del cráneo.
Para resumir, lo dicho hasta ahora y simplificarlo, los pensamientos negativos tales como el miedo, la ira, la rabia, la tristeza generan caos cardíaco.
La coherencia cardíaca se produce con estados de calma, de felicidad, de satisfacción, de bienestar… La armonía de nuestro corazón no solo llega a nuestro cerebro para permitirnos pensar mejor, sino que también mejora nuestros ritmos fisiológicos haciendo que nuestro sistema respiratorio, circulatorio e incluso el digestivo, trabajen mucho mejor.
Claves para lograr la coherencia cardiaca
• Conectar con lo que sentimos. Aprendamos a llevar nuestra atención al interior, a nuestro mundo interior, a nuestro estado de ánimo, a nuestra respiración, a las sensaciones corporales.
• Yoga, ejercicio físico, pasear, correr, bailar… El movimiento siempre te ayudará a conseguir un mayor estado de coherencia cardíaca siempre y cuando sea moderado y lo disfrutes. Cualquier actividad física saludable que te haga sentir bien te aportará coherencia cardíaca.
• Practica meditación o Mindfulness, para aprender a mantenerte en un estado de presencia y a despertar emociones y sentimientos de alta vibración como el agradecimiento, la compasión o la alegría a voluntad. Recuerda que estas emociones llevan a tu corazón a la coherencia.
CÓMO ENTRAR EN ESTADO DE COHERENCIA
- Siéntate o túmbate con la espalda recta pero a la vez relajada. Mantén las curvaturas naturales de tu espalda.
- Cierra los ojos y lleva a atención a tu respiración.
- Haz algunas respiraciones un poco más lentas y profundas pero sin tensionarte, ni al inhalar ni al exhalar.
- Siente como el cuerpo se va relajando gracias a este ritmo respiratorio más lento.
- Lleva tu atención al corazón o al centro del esternón, donde se sitúa el 4º chakra.
- Evoca emociones de alta vibración como el amor, la compasión, el agradecimiento, la bondad, la alegría, etc. Si te cuesta despertar estas emociones, te invito a recordar momentos de tu vida en los que te has sentido así o simplemente imaginar escenas donde te sientas agradecido, alegre, compasivo, cariñosa, etc…
- Mantén la sensación y deja que crezca en tu interior.
- Imagina que esta emoción tiene un color, y que se expande por todo tu cuerpo. Aportándole coherencia y bienestar.
Aquí tienes una meditación guiada con la que puedes poner tu corazón y tu mente en coherencia siempre que lo necesites.
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