Como las experiencias desagradables, con las que vibramos bajo y que nos someten a presión, cuando son bien gestionadas, nos ayudan a subir un escalón más en la escalera sutil hacia el pleno conocimiento del propósito de la vida y la misión del Alma.
Esa es para mi la función de la Dualidad, entendida desde su perspectiva más amplia. Todos venimosa este mundo con una misión personal y única, pero a la vez compartimos una aparente realidad colectiva, esta realidad es el mundo dual de la 3D en el que experimentamos una existencia concreta y limitada en apariencia. La “maldad” o todo aquello que vibra bajo, si hablamos desde la perspectiva energética, representa un aspecto de la totalidad en esta 3D. Esta dualidad tiene el objetivo de permitirnos experimentar la aparente diferencia para integrarla y reconocerla como parte de nosotros mismos. Nos hace sentir incómodos, empujándonos fuera de nuestra zona conocida hacia rincones escondidos de nuestro inconsciente, trayendo frente a nuestros ojos espejos de nuestras sombra, monstruos y dragones ocultos en la oscuridad de nuestra psique, agazapados, al acecho… Ellos son los guardianes del umbral, los demonios que custodian las puertas a nuestros más oscuros secretos, aquellos secretos que nos hemos ocultado a nosotros mismos, y al mundo, por miedo a ser rechazados, humillados y repudiados.
Entender la vida y las experiencias vitales como un juego de dualidad es una de las mejores formas de aprovechar el tiempo que nos hemos dado en esta encarnación para soltar lastre, liberar aspectos de ego que aun nos atrapan, y nos hacen reaccionar desde la perspectiva limitada y sesgada de la mente egoica, y su siervo, el cuerpo. A veces ante ciertas experiencias reaccionamos de forma automatica, como su nos apretaran un resorte emocional que nos desequilibra, nos niebla el buen juicio y nos hace defendernos o atacar al otro, e incluso, a nosotros mismos. Estas reacciones automáticas son reacciones de nuestra mente inconsciente… cuando nos acercamos demasiado a los antes mencionados guardianes del umbral, estos se agitan y enseñan los dientes, con la intención de asustarnos y que no vayamos más allá…no quieren que profundicemos en la oscuridad de la mente y acabemos encontrando algo que nos haga despertar del sueño… porque debemos ser conscientes de algo importante, y a veces mal entendido, los guardianes del umbral son los guardianes del ego. Ellos se encargan de guardar las creencias que sustentan todo el castillo de naipes que es el pensamiento dualista del ego. Aquí tienes algunos ejemplos:
“Eres solo un cuerpo, la mente es fruto del cuerpo, y esta a su servicio”
“Eres un ser sin importancia, insignificante y minúsculo en un planeta entre miles de millones dentro de un inmenso universo, que nació por casualidad y que esta siempre en constante movimiento”
“Solo aquello que puedes percibir a través de los sentidos es real, la muerte es el final de la vida”
Si somos capaces de afrontar el miedo que nos supone enfrentar a esos guardianes y conseguimos cruzar el umbral, empiezan a caer nuestros velos, todos aquellos que nos cubrían los ojos y no nos dejaban ver la luz del verdadero conocimiento. Nuestra percepción aumenta, nuestro campo de comprensión se expande y somos capaces de comprender con mayor profundidad la causalidad de todas las cosas.
Por otra parte, al estar al otro lado del umbral nos daremos cuenta que esos enormes y aterradores guardianes, no eran más que un mero espejismo, un engaño para ralentizar nuestro despertar, ya que en el fondo el ego sabe que sus dias están contados, que tarde o temprano nos daremos cuenta de la trampa en la que hemos estado metidos y en eso momento él, el ego, desaparecerá… no morirá, lo que nunca ha estado vivo no puede morir, simplemente desaparecerá, igual que la bruma de la mañana a la luz del sol. Tomar consciencia de este hecho, nos libera y nos empodera para empezar a derribar barreras, cruzar umbrales e ir cada vez más profundo en nuestra comprensión de la realidad, y de lo que nos ha llevado a querer experimentar esta experiencia material.
Como afrontamos ese miedo?
Siendo conscientes de que no es real, tal y como hemos comentado hace un instante. Como cuando un niño se asusta de una sombra en su habitación en una noche de tormenta, pensando que un monstruo viene a llevárselo cuando solo son las sombras de un arból cercano proyectadas en la pared…Del mismo modo, nosotros creemos que una sombra es un monstruo, vemos amenazas donde no las hay, haciendo real aquello que no lo es. Como en la caverna de Platón, vivimos presos de nuestras propias ilusiones, presos de nuestras sombras.
La única misión del Alma es iluminar con su Luz de Conocimiento, los lugares que aun están en la oscuridad, lugares que creemos que están plagados de monstruos, lugares de nuestra mente que evitamos y escondemos a los demás, y a nosotros mismos.
Así, nos damos cuenta de que la única forma de salir de esta dualidad interminable, de la rueda de nacimiento y muerte, es mirar de frente aquello que nos da miedo de nosotros mismos, aquello que nos da miedo del mundo y ser conscientes de que no es más que una distorsión, una mala interpretación de la realidad por parte de la mente.
Puede sonar demasiado abstracto. Basándonos en la premisa de que Todos somos Uno. El primer paso hacia la integración de la dualidad sería reconocer que siempre me estoy relacionando conmigo mismo. A través de los espejos, experiencias, personas que resuenan con nosotros desde una vibración más o menos elevada, la misma que resuena en nuestro interior en ese momento… se acercan a nosotros y llaman nuestra atención. Cuando resonamos en armonía con otros, todo fluye fácilmente entre nosotros, la comunicación es sencilla, equilibrada y armónica. Cuando resonamos en desarmonía no es por la energía del otro, sino por nuestra resonancia interna… aquello que ocultamos en rincones de nuestra mente, se manifiesta a través de símbolos a nuestro alrededor como un código que debemos descifrar para sortear a los guardianes del umbral, abrir las puertas e iluminar lo que estaba oculto en la oscuridad. De igual manera, cuando empezamos a seguir los dictados del alma, a escuchar su guía, empiezan a llamar nuestra atención símbolos que nos indican que estamos en el buen camino, si estamos atentos seremos capaces de verlos.
La única manera de interpretar bien los símbolos es observando desde un punto de vista distinto al que nos llevo a ese instante, en el que no pudimos soportar el miedo, la presión y perdimos el control de nuestras emociones, de nuestros pensamientos e incluso a veces de nuestro cuerpo, y lo cedimos a la mente ego, con un grito desesperado de auxilio, creyendo que estabamos en peligro de muerte. Y por supuesto, cuando reaccionamos así, desde el descontrol de la personalidad, lo hacemos porque inconscientemente vemos peligrar nuestra identidad, aquello que somos, nuestra individualidad, no hay mayor miedo que el miedo del ego a desaparecer o a no tener la razón.
Todo se debe a un error de interpretación de los símbolos, creemos que estamos separados, que somos independientes e individuales, y ciertamente, en esta realidad holográfica 3D, esta claro que eso parece. Pero, no todo acaba aquí, sabemos que hay mucho más que aquello que vemos y percibimos con los sentidos. Que hay mundos, universos infinitos aquí mismo que no podemos ver a causa de la limitada perspectiva que nos ofrece el cuerpo. Por lo tanto, sería sensato no dejarnos llevar por el primer impulso que nos ofrece la mente egoica y el cuerpo ante una situación cualquiera.
Como evitar esta perdida de control? Esta caída en el ego?
Manteniendo nuestra atención en el presente, observando nuestra mente y lo que acontece en ella, interpretando el papel del observador neutral. Cuando aparezcan pensamientos en los que nos juzgamos a nosotros mismos u a otros, pararemos ese pensamiento y tomaremos distancia del mismo, llevando la atención a su origen, de donde a salido el pensamiento, que lo ha estimulado y que certeza tenemos de la veracidad de esa afirmación.
Para ver hay que creer, y lo que crees creas… por lo tanto si queremos dejar a un lado la dualidad, lo primero es empezar a actuar como si ya no existiera para nosotros. Aquí es muy útil, jugar al juego del “Como si…”, vivir en el mundo como si todo formara parte de ti, como si fuera una extensión de ti mismo, de tu cuerpo. Observando el mundo y a ti mismo desde una perspectiva de unidad, manteniendo el foco en que cada ser encarnado cumple su papel, hace su función, que tú mismo los has puesto allí donde están y que están interpretando exactamente y a la perfección su papel en tu obra de teatro, en tu videojuego.
Siendo conscientes en todo momento de que nosotros desde aquí con nuestros limitados 5 sentidos físicos no podemos percibir por completo la realidad completa de una experiencia. Así, enlazando con la comprensión de la función de la dualidad, podemos decidir que la función del “mal” en esta dimensión, es empujar a las almas en su crecimiento espiritual, en la consciencia de unidad, para despertarlas a lo que Es desde lo que no es. Se trata de desvelar el truco del ilusionista. Si conoces el truco, dejas de emocionarte con el espectáculo, lo disfrutas sin implicarte y permites que se desarrolle y que cada uno lo viva a su manera, sabiendo que es solo una ilusión. Pero para poder desvelar este truco, y ser consciente de la ilusión necesitamos a alguien que interprete el personaje de ilusionista “de malvado” que trate una y otra vez de engañarnos y manipularnos para hacernos ir más lentos en nuestros aprendizajes…
Observándolo desde este punto de vista, nos damos cuenta de que quien hace el papel de villano, de ilusionista, en realidad es neutral, de nuestra interpretación depende que será para nosotros esa persona o personas. Si los observamos desde el punto de vista del ego, él o ellos son los culpables de nuestro sufrimiento, nosotros no podemos hacer nada para cambiar la situación, somos victimas y alguien debe salvarnos. Desde el punto de vista del Alma o Espiritu, el ilusionista, los malvados de la película son los mensajeros de los aprendizajes más importantes en esta encarnación, y se esfueran mucho para hacernos comprender.
Lo que te propongo es que a partir de hoy observes el mundo desde esta perspectiva de unidad, entendiendo que donde se pose tu atención, y se despierte una emoción o un pensamiento, siempre estará hablando de ti, contiendo un mensaje oculto para ti. Cuando andes por la calle, se consciente de donde se posa tu atención mientras caminas, que piensas cuando observas a un ser humano al otro lado de la acera, observate a ti misma, con que actitud caminas, cual es tu postura al andar, tu ritmo, hacia donde va tu mirada…cuando conduces, cuando cocinas, cuando tu cuerpo esta haciendo cualquier actividad cotidiana que no requiera de la atención plena de tu mente, observala y hazle preguntas, estas te ayudarán a mantenerte en el presente y a ser consciente de tus pensamientos, de los juicios y creencias que hay detrás de ellos
Cuando ocurre algo que te desagrada o te incomoda, se consciente de ello, no caigas en la ilusión de creer que te ha pasado por casualidad, y observa con más detenimiento, tomate el tiempo para observar tus emociones y los pensamientos que las han alimentado, deja el juicio a un lado y permite que tu alma entre en comunicación contigo, no quieras encontrar la respuesta a todas las preguntas desde la mente, permite que tu Alma te indique el camino a seguir, deja que tu Alma lleve la Luz del conocimiento a esos rincones oscuros que te han hecho “saltar”, enfadarte, entristecerte, juzgar… no te culpes por caer en el error, y simplemente sigue observando el devenir de los acontecimientos, permitiendo que tu Alma se exprese libremente a través de tu cuerpo y tu mente.
Viendo el mundo desde la perspectiva de la Unidad, los verdugos dejan de serlo y se convierten en tus enviados, aquellos que vienen a traerte un mensaje que tu mismo les pediste traer, ellos cumplen con tu encargo, solo que tanto ellos como tu lo habéis olvidado. No mates al mensajero porque te desagrada el mensaje que te trajo, mejor dale las gracias, comprende el simbolismo en el mensaje y dejalo ir, ya cumplió su función.
Al observar cada situación de nuestra vida desde esta perspectiva, la descargamos de dolor, sufrimiento y culpabilidad, porque entendemos que cada situación no resuelta en nuestro interior, cada experiencia pasada que seguimos juzgando en nuestra mente es un umbral que aun no nos hemos atrevido a cruzar, un umbral que sigue protegido por los guardianes del ego, una zona oscura en nuestra mente que espera a ser iluminada con la Luz del Conocimiento…
Si caemos, como seguro caeremos, en el juicio y en la victimización, debemos ser conscientes de ello, darnos cuenta de que hemos errado nuestra perspectiva a la hora de observar la experiencia, y perdonarnos a nosotros mismos por esa pequeña desviación en el camino. Perdonar a los que juzgamos, a los que creemos que nos han ofendido, porque nos hacemos conscientes de que ellos son solo los mensajeros.
A continuación te dejo algunas meditaciones y vídeos que te ayudarán a comprender mejor todos estos conceptos, y a aplicar el perdón en tu vida diaria, desde esta perspectiva en la cual la premisa principal es la siguiente:
“No hay nada que perdonar, porque nada de lo que la mente y el cuerpo crean que esta pasando es real. Todos somos Uno”
Meditación guiada para dejar ir el resentimiento y perdonar desde la perspectiva de Un Curso de Milagros.
Un Curso de Milagros nos dice lo siguiente:
Nada real puede ser dañado.
Nada irreal existe.
En eso radica la Paz de Dios.
UCDM
Meditación guiada para SOLTAR el RESENTIMIENTO y perdonar.
Abrazando la Dualidad, Suzanne Powell
Un Curso de Milagros – Meditación de Perdón
“Superar la dualidad, vivir lo real” Emilio Carrillo.
El perdón de las ilusiones – Un Curso de Milagros: Enric Corbera
Un Curso de Milagros: El Instante Santo – Enric Corbera
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